Alberto Del Calvo
March 03, 2024
Dios desea humildes y valientes servidores que pongan su nombre en alto, que no se avergüencen del evangelio y sobre todo que crean en el poder de la oración.
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1) Ser un buen servidor
2) Orar en todo tiempo
3) Poner a Dios primero
Santiago 1:2-3 Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas, 3 pues ya saben que la prueba de su fe produce perseverancia.
Romanos 5:3-4 (NTV)También nos alegramos al enfrentar pruebas y dificultades porque sabemos que nos ayudan a desarrollar resistencia. 4 Y la resistencia desarrolla firmeza de carácter, y el carácter fortalece nuestra esperanza segura de salvación.
· Nuestro testimonio va a traer diferentes respuesta las cuales no siempre serán buenas.
· Como embajadores de Cristo debemos ser las mismas personas tanto en la iglesia como en el mundo.
· Nuestras oraciones y alabanzas diarias son una expresión de nuestro amor y devoción a Dios.
2 Crónicas 7:14Si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y restauraré su tierra.
Filipenses 4:6No se preocupen por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias.
· Nuestra oración es una comunicación con Dios que incluye alabanzas y súplicas en favor de la voluntad del Señor.
Proverbios 8:13Quien teme al Señor aborrece lo malo; yo aborrezco el orgullo y la arrogancia, la mala conducta y el lenguaje perverso.
1 Pedro 5:8-9Practiquen el dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quién devorar. 9 Resístanlo, manteniéndose firmes en la fe, sabiendo que los creyentes en todo el mundo soportan la misma clase de sufrimientos.
· El creyente se mantiene enfocado en Dios, busca la llenura del Espíritu Santo y permanece unido a Cristo.
· Dios nos utiliza como instrumentos al pasar por las pruebas y ser testimonio de Su Gracia y grandeza para Su Gloria.
Las pruebas que Dios permite en nuestro camino nos edifican, nos acercan más a Él y nos hacen ser más como Cristo.
Salmos 30:11-12 Convertiste mi lamento en danza; me quitaste la ropa de luto y me vestiste de alegría, 12 para que te cante y te glorifique y no me quede callado. ¡Señor mi Dios, siempre te daré gracias!