Alberto Del Calvo
July 10, 2024
Nuestro corazón está entre la carne y el espíritu. Dios desea que esté libre de la contaminación del mundo para continuar Su obra y poder vivir una vida plena.
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Marcos 12:30-31 Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu
mente y con todas tus fuerzas”. 31 El segundo es:
“Ama a tu prójimo como a ti mismo”. No hay otro mandamiento más importante
que estos.
Peligros de la religiosidad:
Primer peligro. La religiosidad llena de orgullo y impide
hace la obra a la que somos llamados.
· Hemos sido enviados para
ser luz en la obscuridad y traer esperanza al mundo.
Segundo peligro. La religiosidad le otorga a la palabra del hombre la
misma autoridad que a la Palabra de Dios.
· No todo en la vida
Cristiana es un asunto bien o mal, sino de una consciencia con Dios.
Juan 5:39 Ustedes estudian con diligencia las Escrituras porque piensan que
en ellas hallan la vida eterna. ¡Y son ellas las que dan testimonio en mi
favor!
· Toda predica, enseñanza,
alabanza y profecía debe ser revisada y verificada a través de la Palabra.
· El creyente está llamado
a vivir en la libertad para llevar una relación con Dios.
· Tercer peligro. La religiosidad
pretende hacer feliz a las personas trayendo un falso sentimiento de paz y
armonía.
Juan 16:33
Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán
aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo.
Cuarto Peligro.
La religiosidad endurece el corazón, nos impide amar al prójimo y tener una
relación con Dios.
Proverbios 4:23-25 Por
sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida. 24 Aleja
de tu boca la perversidad; aparta de tus labios las palabras corruptas. 25 Pon
la mirada en lo que tienes delante; fija la vista en lo que está frente a ti.
·
Lo que sale de la boca y del corazón es parte de
nuestro testimonio.
Mateo 5:8 Dichosos los de corazón limpio, porque ellos verán a Dios.
Romanos 10:9-10 que si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu
corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo. 10 Porque
con el corazón se cree para ser justificado, pero con la boca se confiesa para
ser salvo.