·         El rendir cuentas dentro del liderazgo nos mantiene en el camino correcto y es un medio para canalizar nuestra energía y recursos como líderes.

·         Aquellos con gran responsabilidad deben cumplir con altas expectativas.

·         A medida que crecemos en nuestra relación con Cristo, nuestro carácter debe crecer.

Jeremías 9:23-24 Así dice el Señor: Que no se gloríe el sabio de su sabiduría, ni el poderoso de su poder, ni el rico de su riqueza. 24 Si alguien ha de gloriarse, que se gloríe de conocerme y de comprender que yo soy el Señor, que actúo en la tierra con gran amor, derecho y justicia, pues es lo que a mí me agrada, afirma el Señor.

·         El dominio propio es un fruto del Espíritu que nos permite la capacidad de ejercer moderación en las circunstancias de la vida.

Proverbios 25:28 (NBLA) Como ciudad invadida y sin murallas Es el hombre que no domina su espíritu.

·         El dinero en sí mismo no es malo, pero el lugar que ocupa en nuestras vidas es donde los creyentes se meten en problemas.

·         Como líderes, nuestro carácter es más importante que nuestro talento

·         El ejemplo de tu caminar debe reflejar a Jesús.

Efesios 4:1 Por eso yo, que estoy preso por la causa del Señor, les ruego que vivan de una manera digna del llamamiento que han recibido.

1 Pedro 1:15-16 Más bien, sean ustedes santos en todo lo que hagan, como también es santo quien los llamó; 16 pues está escrito: Sean santos, porque yo soy santo.

Proverbios 22:1 Vale más la buena fama que las muchas riquezas, y la buena reputación más que la plata y el oro.

·         Debido a que cada persona es importante para Dios, debemos asegurarnos de que nuestra conducta no afecte la causa de Cristo.

·         Hechos 6:3-4 Hermanos, escojan de entre ustedes a siete hombres de buena reputación, llenos del Espíritu y de sabiduría, para encargarles esta responsabilidad. 4 Así nosotros nos dedicaremos de lleno a la oración y al ministerio de la palabra.

·         Es imperativo que los esposos y las esposas se amen y se apoyen mutuamente en sus papeles ministeriales.

·         La Biblia es la palabra escrita de lo que Dios espera que hagamos.

·         Como creyentes, debemos estudiar la Palabra, entenderla y, lo más importante, aplicarla a nuestras vidas.